una sombrilla, un anticuario y un carcinoma.

Publicado por: Paula Septien En: Historia de los accesorios En: Comentario: 0 favorite Golpear: 1695

¡Al rescate de la sombrilla como accesorio femenino! 

No es extraño ver, cada vez más a menudo a mujeres por la calle con paraguas en verano. Lo malo de eso es que los paraguas son de nylon para repeler el agua y no transpiran por lo que dan calor. 

¿Cómo llegamos a la decisión de rescatar la sombrilla como el accesorio ideal y no solo como  protección solar?, pues como muchas veces ocurre, por casualidad. Se dieron varios acontecimientos que uniéndolos entre sí llevaron a ello. 

Hace algo mas de 1 año, detectaron a mi hermana Charo y una de las  componentes de Paurose un carcinoma en la parte trasera del cuello y aunque todo fue bien y muy rápido, una de las principales cuestiones era evitar el sol directo. 

Por más grandes que fuesen las alas de los sombreros que usaba, observamos que al moverse, gesticular etc. no terminaba de tener protegido el cuello del sol al 100% y ahí estábamos dandole vueltas buscando una solución. 

Como ya es sabido, en Paurose trabajamos con artículos antiguos que rescatamos, restauramos y reciclamos para devolverlos al ciclo de la vida, para que continúen contando su historia. 

Estando en un anticuario buscando nuevos tesoros para nuestro trabajo, encontramos una sombrilla antigua bastante deteriorada pero que aún  reflejaba la belleza que debió de ser tiempo atrás y…¡boom!

De pronto se encendió la bombilla, la compramos, la restauramos y Charo comenzado a usarla cada vez que salía a la calle.

Evidentemente no pasaba desapercibida, pero lo que nos sorprendió es que cada vez, más personas se acercaban a preguntarla donde la había conseguido, lo que nos proporcionó no solo nuevas clientas si no que nos demostró que las mujeres estamos preparadas para recuperar este accesorio y volver a incluirlo en nuestros armarios. 

Y no solo como protección contra el sol para evitar el cáncer de piel, las manchas solares o para mujeres con lupus, entre otras, si no para protegernos del calor y del sol, ya que no siempre nos viene bien el uso de un sombrero o gorra, que obligan a estropear nuestro peinado, o tener que peinarnos de un modo concreto para su uso, si no que con las sombrillas podemos ir con cualquier tipo de peinado, incluso para un evento, sin temor a deteriorarlo. 

Y ¿que me decís de esas novias?, ¡espectaculares!, simplemente exquisitas con una sombrilla hecha especialmente para ellas, para su día,  pero que será de los pocos elementos de su estudiado y elaborado outfit de novia que podrá usar después siempre que quiera. 

Y nuestras madres o nosotras mismas, que tantas veces ya no saben que regalarnos, porque tenemos de todo y es cada vez más difícil sorprender con los regalos?

No solo será un  regalo práctico si no que será de lo más chic y novedoso. Dándole a nuestro look una imagen de lo más femenina. 

Si además de lo anterior, añadimos que son sombrillas procedentes de anticuarios, almonedas y familias particulares, estamos hablando de que estaremos llevando un tesoro de finales del siglo XIX hasta mediados del XX que llega a nuestras manos con una historia, que restauramos y actualizamos para que a demás de ser bello, sea práctico en su uso en el día a día y del cual sus nuevas propietarias tienen una terna encomendada por nosotras y es que la historia la continuan ellas…

Así que démosle la bienvenida a la sombrilla y disfrutemos de su uso, sintiéndonos femeninas, con un toque chic y elegante, aunque sea acompañando a unos vaqueros, que con todo combinan a la perfección siendo compatible su uso en cualquier momento del día…

 

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